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Galvanized Cosmos

2018

Les Nuis Anthologie

Paris, Fr.

Materia expresiva

A propósito de la exposición Plasma, de Víctor Hugo Pérez y Raúl Cerrillo

Por: Erik Castillo

El proyecto Plasma está fundamentado en la confrontación entre dos artistas visuales mexicanos, que se ubican en un expresionismo contemporáneo. Las obras de Víctor Hugo Pérez (Guadalajara, Jalisco, 1975) y de Raúl Cerrillo (Ciudad de México, 1977) tienen algunos elementos en común y, más interesante todavía, presentan características distintas-en-la-semejanza que hacen tensión estética y producen territorios discursivos análogos. La curaduría de Plasma consiste en la apertura de dos muestras individuales simultáneas y paralelas. La selección de obra incluye, sobre todo, pintura, y también algunas piezas de escultura de los dos autores.

            Víctor Hugo Pérez ha desarrollado un imaginario irreverente, en el que sus personajes recurrentes son la figura humana y los animales. En sus cuadros y esculturas aparecen frases que intensifican las escenas. Sus imágenes son un inmenso relato sobre las miserias afectivas y las glorias interiores del sujeto. Víctor Hugo Pérez articula su discurso con un poderoso sentido de la materialidad plástica. La testificación directa de sus obras, sólo puede explicarse en términos de estar frente al trabajo pictórico de un niño perpetuo.

            Los cuadros de Raúl Cerrillo son tableros con diagramas neo-sagrados, es decir, superficies que ofrecen la imagen de formas y estructuras complejas que fueron ejecutadas de forma ceremonial y que piden una lectura reflexiva. Para este artista,  el cuerpo del pintor, la materia fluida del color y el soporte de la pintura son una tecnología de liberación espiritual. Los diagramas que compone combinan lo geométrico con lo orgánico; sus composiciones son propuestas alternativas de organización mental: expresionismo barroco, si queremos jugar con la terminología.

Víctor Hugo Pérez y Raúl Cerrillo se aproximan, de un modo actual, al legado de los expresionismos de preguerra y de postguerra. Ambos artistas producen implementando el “alto empaste” (haute pâte) de la pintura matérica. En los dos casos, vemos una sesión de materialidad primigenia casi abstracta y múltiples pasajes de figuración vitalista: los contenidos iconográficos se diluyen en el plasma cromático y la exposición es, a todos niveles, una bella monstruosidad de dos cabezas.

Enlaces covalentes

Un dueto plástico conductor de existencia

Por: olgaMargartia Dávila

En la colección que se reunió especialmente para este espacio podemos apreciar 20 obras de Raúl Cerrillo y Víctor Hugo Pérez, artistas avecinados en Monterrey y Guadalajara, respectivamente. Las pinturas y esculturas que se presentan fueron hechas entre 2014 y el presente año.
Los trabajos de Víctor y Raúl confluyen en el interés por la pintura como práctica contemporánea y en la praxis que tienen de ella: la fascinación por lo matérico, el gran formato, la expresión gestual, la narrativa y el fundamento en el color de manera vibrante.
Comparten también el gusto de reconocerse, como los pintores de la antigüedad, como depositarios y continuadores de la tradición, así como condensadores de la carga espiritual que el arte conlleva. Y ante ello ambos son personas-personajes, de presencia abundante; que lejos de la tendencia en boga de la pintura
consumista, buscan en la vida el alcance de lo sublime, lo que nos une con el cosmos, de aquí el elocuente título de la muestra:


P  L  A  S  M  A

En la física y la química, plasma es el cuarto estado de la materia; es fluido, cuya característica fundamental es la conducción. La mayor parte de la materia en
el Universo visible, se encuentra en este estado.
Y en ello las piezas de Raúl nos dan la oportunidad de apreciarnos ante la inmensidad de La interfaz de Dios, las Encarnaciones de luz o las Semillas
estelares, entre otras. Todas ellas con una vitalidad expresionista que hace del color el proceso de comunicación con la parte más interna de quien mira.
En Víctor Hugo, la postura de los personajes, de cara ante nosotros, junto con la fuerza de su impronta, nos ofrecen la posibilidad de un frontal cuestionamiento del reto de la vida: El Hombre y su alma, el Doctor corazón o Jamás me viste y nunca fui lo que creíste presentan su imposibilidad, de que esta vida no es tal como cada uno la queremos, sino como un canal para transformarla en una autoafirmación de libertad.

Notas de prensa:

Cultura Jalisco

Mural

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